Lecciones de la antigua Yugoslavia para España (y Cataluña)

Allá por los años noventa las guerras en la antigua Yugoslavia pusieron de moda el «nacionalismo» como tema. Se organizaban conferencias, congresos y charlas que trataban el nacionalismo como «amenaza» y «problema». Hablar de nacionalismo en España ha sido siempre, claro está, hablar de los nacionalismos vasco y catalán. El nacionalismo español, como todo el mundo sabe, no existe. Es como el acento madrileño, que resulta evidente para todo el mundo menos para los madrileños.

Estaba estos días releyendo cierto capítulo de La Trampa Balcánica del inefable profesor Veiga y me topé con este párrafo:

Lo paradójico del caso es que los eslovenos se presentaron como yugoslavistas -en su defensa de los mineros albaneses se llegó a decir: «Yugoslavia se defiende en Trepča«- mientras que los serbios fueron retratados como los dinamiteros de la federación. Lo evidente era que a esas alturas, la postura de los eslovenos era claramente secesionista: alegaban que no deseaban continuar en una hipotética Serbioeslavia controlada por Milošević.

Hablé de esa misma idea hace ya muchos años en una entrada similar a esta, en mayo de 2005. Volví a insistir el año pasado. La narrativa del nacionalismo español sobre cómo Yugoslavia saltó por los aires es incomplenta y engañosa. No se trató sólo de las aspiraciones eslovenas, atraídas por los cantos de sirena de la Unión Europea, sino de cómo el nacionalismo serbio hizo inviable una Yugoslavia plural. A ello contribuyeron no sólo los líderes serbios, sino el ambiente creado por medios de comunicación e intelectuales. En términos españoles, el secesionismo esloveno fue alimentado por los federicosjimenezlosantos, alfonsomerlos e intereconomías de Serbia que actuaron de bomberos pirómanos. Y en España, desgraciadamente, no faltan de esos, que sueñan con los Leopard avanzando por la Diagonal.

Ya sabemos cómo terminó la historia en Yugoslavia. Pero tiene un colorario interesante. Hoy Eslovenia está en crisis, como España. Carlos González Villa hace balance en uno y dos artículos publicados por Eurasian Hub:

Aunque Eslovenia ocupaba una posición central en la estructura económica yugoslava y siguió actuando como uno de los principales actores económicos en la región tras la disolución del país, su posición en relación a la economía europea era la de periferia sujeta a los términos comerciales de los países más poderosos.

En la misma línea se expresa Jože Mencinger en una cita que recoge en la segunda parte:

En Yugoslavia éramos relativamente fuertes, pero no en Europa. Económicamente, está claro que perdimos todos los atributos que hacen de un país una entidad económica: no tenemos dinero, casi no tenemos política fiscal, no tenemos nuestro propio sistema económico y tampoco tenemos fronteras.

Aquí en España se debate y contradebate sobre si una Cataluña independiente quedaría dentro o fuera de la Unión Europea en función de no sé qué artículo o acuerdo. Tonterías. Lo que importará será lo que diga Berlín y París. Y tengo la sospecha de que a Alemania le resultará más fácil imponer sus intereses en una Unión Europea de países con poco peso demográfico.

8 respuestas a “Lecciones de la antigua Yugoslavia para España (y Cataluña)

  1. En el ejemplo de los países del Este, incluyendo naturalmente a Eslovenia, hay que tener en cuenta que éstas naciones se beneficiaron del revival que vivió la Ostpolitik en el seno de una Alemania unificada optimista y recién unificada, lista a volver por sus fueros exteriores en cuanto resolviera los desequilibrios de su propia unificación. Y para llevar a cabo esta política no le importó instrumentalizar a la propia Unión Europea. De ahí la integración masiva y en bloque de diez países del Este de Europa en la década pasada.

    La obsesión con el este de Europa es la principal tendencia de la política exterior de los germanos. Un interés que está por encima del interés por la Europa unificada. En esta línea va también su creciente vinculación en cooperación y transferencia tecnológica, energética y militar con Rusia.

    Hacia el Mediterráneo Alemania no ha mostrado ni el mismo interés, ni la misma ductilidad ni la misma instrumentalización que las mostradas hacia las realidades de la Europa del Este. Más bien ha mostrado una gran pereza y desinterés, expresado en posicionamientos vagos en política, sólo firmes en lo que atañe a la tecnocracia de las etapas que se deben cumplir para la recuperación económica de estos países, del tipo “Tú resuelve tu endeudamiento y después ya veremos”.

    ¿Aceptaría Alemania sin reservas a un nuevo país del sur muy endeudado, contrario al cumplimiento de esos plazos y que en vez de obedecerlos clama, desde el principio, por un trato de tú a tu en materia política y económica, y que reclama como un derecho inalienable la ductilidad en el tratamiento y la resolución de su endeudamiento, sin olvidar que estaría dividido en términos de identidad nacional? Tengo grandes dudas.

  2. ¿Aceptaría Alemania sin reservas a un nuevo país del sur muy endeudado, contrario al cumplimiento de esos plazos y que en vez de obedecerlos clama, desde el principio, por un trato de tú a tu en materia política y económica (esos que ahora claman en Madrid por el trato de tu a tu, en Berlín serían muy distintos), y que reclama como un derecho inalienable la ductilidad en el tratamiento y la resolución de su endeudamiento (eso en Madrid, pero no sería igual en Berlín), sin olvidar que estaría dividido en términos de identidad nacional?

    A los alemanes se la iba a traer al pairo, harían sus cálculos y a ellos se atendrían. No vendrá de ahí la salvación de la unidad de España.

    Por otra parte la visión del apoyo de Alemania a los nacionalismos disgregadores en el Este de Europa como solo fruto del interés propio, no es del todo justa. Alemania venía de vivir una auténtica liberación fruto del nacionalismo. Y por ello eran conscientes de la fuerza de los movimientos nacionalistas. Y de lo justas que eran muchas de esas aspiraciones.

  3. Buenas tardes compañero…

    Este año volveremos a vernos supongo, así que tendremos tiempo para hablar de este y otros temas.
    Sobre la entrada… buscando info sobre el asunto hace unos años descubrí algunas cosas interesantes…
    – Que la policía serbia fue entrenada por Alemania.
    – Que las políticas iniciales serbias fueron financiadas por bancos alemanes.
    – Que Yugoslavia no era Polonia, que poseía una fuerte industria e independencia financiera, y que dado su nivel de precios, y la situación en ese momento de Alemania, sería imposible competir con este país mediterráneo.

    Me gusta investigar siempre quien financia qué y con qué objetivo se juega su dinero. En Europa, la continental, quedan 4 países, Alemania, Francia, España e Italia. A cualquiera de los 4 le interesa que los demás se separen y se hagan más pequeños. Sigue las cuentas, la financiación, las reuniones, la agenda del nacionalismo catalán… el dinero es como la prueba del algodón… no engaña.

    Un saludo

    pd. ¿Te pasas al nuevo Máster de 90 créditos? ¿Te coges el módulo del Mediterráneo?

  4. Hombre yo creo que el nacionalismo español se esta mostrando en lineas generales muy muy comedido con el tema de Cataluña.
    Si nos ponemos a buscar exabruptos los encontramos claro, pero la mayor parte de bilis esta llegando del nacionalismo catalan.
    «federicosjimenezlosantos, alfonsomerlos e intereconomías» ¿que audiencias tienen?¿que capacidad de influencia? MINIMA
    Tampoco comparto la idea que se refleja en cada post que leo sobre Cataluña que viene a decir que habria que ceder, cambiar el estado etc. Vamos a ver, yo estoy a favor de que se haga el referendum, incluso me pareceria bien que se independizaran. Pero me niego a cambiar la concepcion del estado o la organizacion territorial por que lo pida una minoria (dentro del conjunto de españa). Quiero decir, que los catalanes podran decidir sobre SU independencia. Pero si de lo que se trata es de hacer un estado federal o bi-nacional o una confederacion iroquesa nos tendran que preguntar a todos. Vamos digo yo.

    Por ultimo con respecto a Alemania. Hace unos años te hubiera dado la razon, la tendencia alemana de potenciar los nacionalismos para imponer mas facilmente su hegemonia. Pero creo sinceramente que el Gran Fiasco Griego (un 3% del PIB de la eurozona, y casi acaba con ella) ha hecho cambiar radicalmente esa vision. ¿Le conviene a Alemania la creacion de un nuevo estado terrorificamente endeudado y cuya viabilidad es una incognita, y que ademas por si fuera poco arrastraria a un pais muchisimo mas grande y endeudado al abismo financiero? ¿Y para rematar la faena podria servir de ejemplo a otras regiones como la zona norte de Italia?
    Cada vez que leo de un nacionalista que Cataluña es perfectamente viable y por eso sera aceptada en la UE, y que la que no es viable es España sin Cataluña . Me entran ganas de contestarle que si eso es verdad precisamente sera la razon por la que NO se apoyara la independencia de Cataluña desde europa. Si España no es viable, mejor que la paguen los catalanes y no los bavaros. Me parece que Alemania va por ahi.

  5. «tengo la sospecha de que a Alemania le resultará más fácil imponer sus intereses en una Unión Europea de países con poco peso demográfico.»

    Me encanta esa observación. Dada que la pobreza intelectual del nacionalismo español que no se ve es legendaria, nadie parece haber encontrado este punto como el básico para la superación de los conflictos territoriales españoles. Más allá de las identidades y otros alimentos folclóricos del alma, lo cierto es que si existe una razón interesante para preservar una unidad política española capaz de aunar sentimientos tan enconados es precisamente el de la influencia en las decisiones de la UE. Algo de esto se vislumbra, aunque sin contexto, en algunos análisis sobre la pretensión de Artur Mas de vivir con el euro sin estar en la UE.

    Todo el mundo parece ignorar que es la población la que determina los votos y que por muy bonito que sea lo que dice Urkullu de poder tener voz propia en los asuntos que interesan, a los polacos ni se les va a ocurrir perder sus votos que ahora están al nivel español. Es aquí donde la clase política tiene un argumento y un elemento necesario para construir espacios de beneficio generalizado y darse todos, además, una salida digna a sus proclamas de agravios y unidades de destino en lo universal. Incluso para crear un nuevo relato para superar las visiones nacionales decimonónicas. Es mucho pedir desde luego, pero frente a los monstruos demográficos rusos, chinos, hindúes y brasileños, para una economía como la española tan interconectada con Europa, uno augura más ventajas que inconvenientes en la capacidad de sumar influencia en centros de decisión. Puede que hasta los portugueses lo vieran con buenos ojos.

    Obviamente, no creo en absoluto que esta visión se vaya a dar.

  6. Vencer el discurso nacionalista es muy dificil, por no decir imposible.
    Ante el argumento del «peso demografico que juntos podemos hacer en Europa», ya puedo imaginarme la contrarréplica de los nacionalistas diciendo que los paises mas prosperos de Europa son precisamente los menos poblados (Austria,Dinamarca, Paises Bajos,Belgica, Suecia etc) por que tienen las manos libres para «decidir su destino».

    No existe un argumento ni ejemplo sin su contrario. Discutir con un buscador de agravios es inutil.

    1. Sí, efectivamente. Pero la diferencia es que son contribuyentes netos con muy poco soporte de fondos estructurales y cosas similares y con economías muy integradas con la alemana. Y estarían encantados de tener el número de votos de los grandes. Con todo, me sigue pareciendo uno de los pocos elementos que le dan sentido a una estrategia «unionista» desde el punto de vista emocional. Soy de los que piensa que la secesión unilateral es imposible en términos prácticos (los inconvenientes son tan grandes que es bastante absurdo hacerlo, aunque el mundo esté lleno de planteamientos absurdos). Otra cosa es una independencia pactada que es, en mi opinión, perfectamente viable. Pero el reto de los políticos (que se supone que representan agendas sociales) es encontrar puntos para que las personas se unan por voluntad propia y reequilibrar la dinámica histórica de «soportarse» dicho en términos orteguianos. Y con esto tienen un buen punto de apoyo para generar un discurso y propuestas que sirvan para encontrar una salida.

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