Tres hipótesis sobre Corea del Norte

Cuando uno trata casos como la actual crisis entre las dos Coreas lo primero que se ha de preguntar es, ¿estamos ante un «actor racional«? Hasta ahora el régimen de Corea del Norte había empleado las periódicas tensiones con su vecino del sur para obtener recursos (alimentos y combustibles) de Estados Unidos a cambio de aliviar las tensiones. Así que podemos decir que las crisis generadas hasta entonces se habían convertido en una herramienta de la política exterior norcoreana. Esta vez es diferente, con la declaración del «estado de guerra». ¿Qué puede estar pasando?


Hipótesis 1. Locos como cabras.
Supongamos que nos equivocamos al juzgar el «Reino Hermético». Supongamos que el sistema absolutamente piramidal sin contrapesos internos de un país con pocas interdependencias con el resto del mundo lo convierte en un elemento totalmente inestable en el sistema internacional. Kim Jong-un podría ser un niñato sin experiencia al que el cargo de jefe de estado le queda demasiado grande y esta crisis podría ser el resultado de su soberbia, inexperiencia y total falta de contacto con la realidad.

Kim Jong Un y su plan de ataqueHipótesis 2. El juego de la gallina.
El 11 de abril de 2012 Kim Jong Un asumió el cargo de Primer Secretario del Partido de los Trabajadores de Corea y el 13 de abril de ese mismo año asumió el cargo de Presidente de la Comisión de Defensa Nacional. El primero se trataba de un cargo de nueva creación a medida de él. Finalmente el 18 de julio de 2012 recibía el cargo de mariscal del Ejército Popular Coreano, con lo que consolidaba su posición al frente de las fuerzas armadas del régimen. Se cerraba así el proceso de transición en el liderato del régimen norcoreano, que convertía a Kim Jong Un en el jefe de estado más joven del mundo. Podríamos pensar que el régimen norcoreano esté preocupado por la percepción de debilidad del país durante un proceso de transición en el que asume el poder un líder joven e inexperto. La actual crisis podría ser una forma de lanzar un mensaje de fuerza desde la debilidad. Kim Jong Un estaría entonces llevando la tensión con su vecino del sur y Estados Unidos al máximo para establecer un nuevo período de negociaciones desde una posición de fuerza extrema. Sería un ruidoso puñetazo en la mesa con el que anunciar la entrada de un nuevo jugador.

La tensión creciente se correspondería con el dilema clásico del «juego de la gallina» en teoría de juegos. El régimen de Corea del Norte aumenta la tensión en un rumbo de colisión esperando que Estados Unidos haga un gesto de concesión que evite el choque. El problema de esta estrategia es que si ninguno cede, el resultado es un choque frontal.

Hipótesis 3. La lucha interna.
Corea del Norte es un ejemplo recurrente en textos sobre inteligencia de fuentes abiertas (OSINT). Es un régimen cerrado pero, aún así, sus pocos medios de comunicación oficiales son analizables si se sabe leer entre líneas, haciendo además el debido seguimiento en el tiempo. Pero la verdad es que es escasa la información que se puede obtener sobre lo que pasa en Corea del Norte. Podría ser que la primera hipótesis fuera totalmente errónea. Y donde nosotros vemos un régimen monolítico y piramidal, tengamos un complejo entramado de grupos de poder en pugna durante un período de transición. En la Wikipedia en inglés se menciona un intento de asesinato hace pocas semanas, que derivó en un tiroteo en plena capital.

The attempt was made by «disgruntled people inside the North» in response to the demotion of Reconnaissance General Bureau director Kim Yong-chol in November of 2012. According to the unnamed intelligence source the attempt was made in downtown Pyongyang and resulted in a firefight. The demotion was due to an internal power struggle between government factions.

Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez, el singular representante del régimen norcoreano en el exterior, llegó a mandar una carta al director del diario español El Mundo protestando porque se hablara de Kim Jong Un como heredero.

Kim Jong Un es un total desconocido tanto para la población como las autoridades de la RPD de Corea. En 18 años de trabajo, jamás he visto su foto o leído un libro sobre él. Si existiera, nunca sería aceptado por el pueblo o el ejército.

Podría ser que Alejandro Cao no estuviera un acceso tan profundo a Corea del Norte como repetidamente ha hecho creer y ser ciertamente «el farsante español de Pyongyang». Pero podría ser también que la sucesión dentro del régimen no fue tan automática como podamos haber creído. Al fin y al cabo, Kim Jong Un no es el primogénito. Podemos haber asistido sin saberlo a un brutal «juego de tronos» norcoreano en el que un nuevo líder ha emergido y su medida para consolidar internamente su poder haya sido lanzar un gran desafío externo, situar al país en estado de guerra y poder realizar así de forma más cómoda las maniobras internas necesarias.

16 respuestas a “Tres hipótesis sobre Corea del Norte

  1. ¿Y tu con cual de esas hipótesis te quedas? Porque las deseables son la segunda y la tercera. Pero yo ni idea de con cual quedarme.

  2. Muy buen artículo. De las tres, me quedaría más con la dos o especialmente la tres, que me parece atractiva. A mi entender, suponer la primera (la locura total del país y su comportamiento irracional y errático) no responde a la realidad que hemos visto de la actuación del país durante los últimos años. Hay un patrón clásico: llega un nuevo líder o se necesitan recursos (arroz o combustible, por ejemplo), se arma jaleo o postureo bélico y al final se obtiene lo previsto (apoyo militar y civil o recursos). Ha habido siempre, a su manera, un conflicto de baja o muy baja intensidad, con algunos picos (secuestros de japoneses, escaramuzas fronterizas, el hundimiento del Cheonan, el bombardeo de Yeonpyeong, etc.).

    Por cierto, en el improbable caso de que hubiera un «error de cálculo» norcoreano y se produjera un ataque bélico, ¿cómo crees que se desarrollaría el conflicto? A mí me parece que los famosos Taepodong-2 no son para tanto (a sus fallos me remito) y ni EEUU ni sus bases resultaría tan afectadas como claman los norcoreanos. Como he leído por ahí, el problema podría ser que tuvieran muchos y que no todos se puedan interceptar. Otro mal trago podría venir de la artillería norcoreana, que dada la cercanía de Seúl, podría fastidiar relativamente a la capital surcoreana. De todos modos, el desfase del material militar del país juche es evidente. Por muchos soldados que tengan, es de suponer que perderán en poco tiempo ante una fuerza aliada compuesta, presumiblemente, por EEUU, Corea del Sur y Japón. Pero no se les puede negar cierta capacidad de hacer daño, e incluso mucho daño, en un primer momento.

  3. Hay un aspecto común al conflicto olvidado de Corea entre 1950 y 1953. Este es el poder de sorprender a la comunidad internacional, en especial a los analistas occidentales.
    En efecto, cuando estalló la guerra en el año 1950 y los Estados Unidos se involucraron en este conflicto, y de paso a las Naciones Unidas, nadie esperaba que la bipolarización se dirimiese en un escenario tan remoto, y que encima los norteamericanos no se enfrentaran a los soviéticos, sino a los recién llegados al comunismo, los chinos. Todos, especialmente los especialistas de la política exterior norteamericana, con Dean Acheson, secretario de Estado, a la cabeza, habían apostado por las llanuras de Europa Central como escenario más probable para la siguiente guerra.
    De igual manera, en la actualidad, cuando perezosamente (y yo el primero) empezamos a caer en la cuenta de que no ha desaparecido en absoluto el riesgo de un enfrentamiento armado entre naciones, surge aquel conflicto congelado de los inicios de la guerra fría. Entonces caemos en la cuenta de que el devenir histórico, en forma de presente, es, como los mercados bursátiles, pura volatilidad, repleto de entropía, incertidumbres y de sorpresas.
    En las relaciones internacionales los caminos para la desestabilización son también inexcrutables

  4. El poderío militar norcoreano es algo de lo que hablaré en la próxima ocasión.

    Anoche estuve dándole vueltas. ¿Y si amenazar con retórica bélica es el recurso que le queda a Corea del Norte tras desarrollar la bomba atómica? Antes, la paralización de su programa nuclear era la herramienta de negociación. Pero ya no puede negociar con ello.

  5. Magnífica aportación.
    Yo me inclino por una variante de las tres, con acento en la primera y la tercera hipótesis. Me explico.
    En este tipo de regímenes dictatoriales tienen una importancia crucial los segundos círculos de poder, cuya estabilidad, bienestar y riqueza dependen de la continuidad (o no) del líder, aunque sea una persona poco preparada e incluso inconveniente para los intereses nacionales, como parece ser el caso. Aquí, por supuesto, ni la prensa, ni la opinión pública, ni nada que no sea la opinión e intereses de un círculo de diez a quince personas tiene la menor importancia.
    Me inclino a pensar que podría ser un intento de la cúpula militar para conseguir dos objetivos: deshacerse de King Jong-un y obtener un «marchamo» de pacificadores con el consiguiente apoyo de China y la forzada bendición de EEUU para continuar en un camino similar al de los tiempos de Kim Il-sung.
    Si se desencadena el conflicto en toda su virulencia, los EEUU tendrán que afrontar, en mi opinión, cuatro graves problemas:
    1º – Precisión (es decir, inteligencia) suficiente para destruir los nodos de mando y las WMD sin causar mucho daño a la población civil (si es que eso existe en Corea del Norte) y usarla en tiempo oportuno evitando muertes masivas en Seul.
    2º – Mantener a Japón al margen o arriesgarse a que la Constitución nipona quede en papel mojado, cosa que desestabiliza la región.
    3º – Conseguir la cooperación (o la pasividad) de la RP. China, cosa improbable. Aunque un escenario como el de los años 1950s es altamente improbable, los EEUU corren el riesgo de «perder enteros» en la zona, empezando por la propia Corea del Sur y verse superados por China como «pacificador regional».
    4º – Si cae el régimen de Pyongyang, la postguerra va a ser políticamente dura y el rechazo a EEUU de una nueva Corea unificada es muy posible, con lo que las fuerzas americanas abandonarían la península y su influencia.
    Como conclusión este es un juego de EEUU arriesga y China gana (en cualquier caso o, al menos, con poco y sabio esfuerzo).

  6. Pues Corea del Sur no quiere la guerra ni loca, eso se llevaría por delante su actual prosperidad. Pero tampoco puede dejarse achantar por sus hermanos, porque son los que mejor saben que eso sería pan para hoy y hambre para mañana.
    Los USA no saben que carajo hacer con los norcoreanos, no pueden dejar que les chantajeen porque es muy mal ejemplo pero la guerra tampoco les interesa.

  7. Más:
    «Lo novedoso del momento actual no es que Corea del Norte amenace con atacar a sus rivales militares ni en que juegue al gato y al ratón con sus interlocutores diplomáticos, lo novedoso es que ya no necesita hacerlo porque los progresos en su programa nuclear han alterado las condiciones del juego».

    http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/comentario-arteaga-crisis-corea-del-norte-2013

  8. Lo ridiculo de esto es la utilizacion de medios de difusion por parte de porky para asustar a sus enemigos, del tipo, vamos a destruirlos atodos, nuestros misiles aniquilaran al enemigo. Yo creo que estan tan cagados de hambre que estan empujando la crisis solo para ganar un poco de arroz y mas dinero para renovar el Imac de la tercera fotografia.

  9. En corea no toman coca cola no usan crema dental colgate, y muchas mas negadas por el partido, sera que a occidente les duele eso, no tenerlos cogidos de las narices como a todos nosotros, que opinan

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