Irán y un extraño déjà vu

Quedé bastante satisfecho con mi artículo «Irán y la guerra naval asimétrica», que salió en el Tomo 261 nº1 de la Revista General de Marina en junio de 2011. Es un artículo corto, 3.000 palabras y 23 referencias bibliográficas. Pero, como se trataba del primer artículo que enviaba a una revista que publica la Armada Española desde 1877, lo redacté con esmero, con la aprensión de someterme al escrutinio de los profesionales de la guerra naval. Creo que tomé el tema, hice un repaso exhaustivo de sus diferentes vertientes (desde el contexto histórico a la geopolítica de los hidrocarburos) y logré condensarlo.

Así que año y medio después de aquel artículo, que me ganó alguna que otra felicitación, me llamó la atención positivamente que el Instituto Español de Estudios Estratégicos haya publicado el Documento de Opinión «El Estrecho de Ormuz y la estrategia de disuasión agresiva de la República Islámica de Irán». Yo les propongo aquí un juego. Lean mi artículo de 2011 y luego lean el documento del IEEE publicado en enero de 2013, pero yendo en este último caso directamente al epígrafe 6 titulado «La guerra asimétrica y la mar». Luego vienen por aquí y me comentan qué les parece.

5 respuestas a “Irán y un extraño déjà vu

  1. Querido Jesús, ¿conoces el cuento del lobo solitario? Es un viejo cuento de la tradición ucraniana.

    Te refresco la memoria: el protagonista es un lobo que caza por su cuenta solo para descubrir que cuando agrupa a los venados aparecen los cazadores, cobran la presa y le muelen a palos. Volverá una y otra vez y siempre le pasará lo mismo hasta darse cuenta de que ha acabado siendo un perro pastor en precario, que recibe palos en vez de premios. Se plantea entonces tres posibles soluciones: convencer a los cazadores de que le tomen como jefe de jauría -aunque teme que se rían de él los infames perros de caza-, enfrentarse a los cazadores -y tal vez ser cazado- o buscar una manada -pero teme ser rechazado.

    No te desvelo el final.

  2. A mi me hace mucha gracia. Cuando empezó la coña del 2.0 estábamos todos muy seguros de que la ocultación, negación de fuentes, etc. etc. tenía las piernas muy cortas: la audiencia sabe más que tú y todo eso. Lo interesante es descubrir que hay gente que ni siquiera ha comprendido esto aún en 2012. A mi me pasó una vez con un columnista de un periódico barcelonés de gran fama. Y lo pillaron los lectores, ni siquierea yo. Pero yo entonces escribía con pseudónimo.

  3. Yo creo que aquí el asunto es de rigor académico. Y me temo que, con todos sus defectos (porque referencias ausentes las hay en todas partes), el carácter peer reviewed de la revista en que apareció tu paper brilla por su ausencia en el IEEE. Eso es lo que permite que un artículo que no lleva referencia a un arte previo anterior, publicado en una revista de referencia sea publicado sin más, porque ningún referée ni ningún editor se lo ha cuestionado desde el punto de vista del rigor académico. Apoyan a su pandilla sin más, y no son ejemplo para nadie.

    Una revista sin peer review tiene el mismo valor académico que el HOLA, imho. Del mismo modo, con los journals que incentivan a que el editor lo publique todo al peso (la mayoría de journals Open Access no cobran por acceder, pero cobran y mucho por aparecer, nos obliga a repensar esta evaluación por pares, dado que los incentivos del editor se desplazan y es posible que éste se vea tentado a aceptar cualquier cosa.

    Míralo de otra forma, y ahora está escribiendo el doctor que soy: cada año se escriben muchos trabajos sobre tus temas (en ciencia las referencias están claras y estas cosas aún pasan de vez en cuando, en temas sociales/políticos hay más horquilla así que imagino que es el día a día de cada «corriente») y la inmensa mayoría no te referenciará. Cabrearte por ello, incluso cuando toman tu idea, no vale la pena. Publicaste en una buena revista, revisada por tus pares, alégrate de las referencias recibidas, pero no te ennegrezcas por las que te deben, porque siempre serán más.

    Al hilo de lo comenta Gonzalo, lo de que la audiencia sabe más que tú es relativo… hay nichos donde (creo) la naturaleza de Internet no ha llegado (ni se la espera en el corto plazo), y en ese contexto las cosas han cambiado bastante poco.

    Y por supuesto, siempre te queda tu blog para mencionar estas coincidencias.

  4. Aquí la cuestión es que, para variar, la dirección del Instituto Español de Estudios Estratégicos decidió «dinamizar» su presencia en Internet. Véase por contraste la del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional. Y es que el IEEE ¡hasta tiene twitter!

    Dudo que tengan un plantel de investigadores y montar un blog ni se les ocurrió. Así que, con tal de tener una página web con actualizaciones frecuentes, abrieron la puerta a que la gente les mandara «Documentos de Opinión». Están escritos en muchos casos por personas ajenas al mundo militar (periodistas y académicos). Son de lo más dispar en sus temas y apenas suelen tener bibliografía o notas a pie de página. Así que esos «Documentos de Opinión» están en las antípodas de los artículos que pasan un filtro de comité científico. Los hay bastante interesantes, todo sea dicho. Por cierto, el siguiente paso que dieron para potenciar la institución fue lanzar una revista científica potente que saldrá dos veces al año y cuyo comité científico es un all star.

    Así que el artículo de marras no es un artículo académico. Es de «opinión». Y queda a total discrección de su autor poner referencias o no. Así que no es sólo una cuestión de elegancia u honestidad intelectual. Mi experiencia es que los militares españoles tienen un conocimiento pobre de los estándares académicos.

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